Desde 2016 se aplica el programa «Atención al paciente crónico complejo y al paciente crónico avanzado»

La humanización de la atención sanitaria es un aspecto fundamental en el trabajo del equipo de enfermería de gestión de casos del Hospital de Manacor. Su objetivo es situar al paciente y a su familia en el centro del proceso asistencial, teniendo en cuenta no solo las necesidades físicas, sino también las emocionales y las sociales. Desde 2016, el Hospital de Manacor dispone de la figura del enfermero gestor de casos como parte integrada del programa «Atención al paciente crónico complejo y al paciente crónico avanzado» del Servicio de Salud de las Illes Balears. 

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El programa enfermera gestora de casos del Hospital de Manacor ha gestionado 423 consultas en 2024

El objetivo de un enfermero gestor de casos es garantizar el plan de cuidados integral dirigido al paciente, a su familia y/o a su cuidador por medio de la coordinación entre los diferentes profesionales de todos los ámbitos asistenciales y la gestión del caso, con el fin de asegurar la continuidad asistencial con la práctica avanzada de los cuidados. 

La intervención va dirigida a atender a los pacientes incluidos en el programa, que a grandes rasgos son pacientes que sufren dos o más patologías crónicas con afectación de un órgano importante del cuerpo, pacientes que solo sufren una pero con una afectación funcional y/o cognitiva importante, pacientes que tienen necesidades de atención paliativa y casos de pacientes en que el equipo que los atiende lo considera oportuno.

Las actividades de un enfermero gestor de casos van encaminadas a promover una atención integral y continua, prevenir o mejorar el deterioro funcional y/o cognitivo, facilitar ayudas técnicas, fomentar la autonomía del paciente, reducir el número de ingresos y visitas a los servicios de urgencias, establecer una coordinación eficaz con los dispositivos sociales para solucionar la problemática —especialmente en los que presentan gran dependencia—, asegurar la ruta asistencial establecida y garantizar la continuidad asistencial. 

Su tarea principal es garantizar el plan de cuidados del paciente para que reciba una atención adecuada a sus necesidades, evitando las duplicidades y las consecuencias negativas que supone una atención fragmentada en el sistema sanitario. Es muy importante la comunicación entre los diferentes ámbitos asistenciales, es decir entre la atención primaria, los hospitales de agudos y los hospitales de atención intermedia, que se logra por medio de la continuidad asistencial. 

En los últimos años, el equipo de enfermería de gestión de casos del Hospital de Manacor ha aumentado en número de miembros, de modo que actualmente hay tres enfermeras gestoras de casos hospitalarias, que participan conjuntamente en las demandas de cronicidad que se generan. A grandes rasgos, para facilitar la organización y la gestión de las demandas se hace el abordaje por servicios. En el último año se han contabilizado 423 demandas de los profesionales sanitarios. 

El equipo está formado por las profesionales siguientes: 

Margalida Terrasa Solé, que da apoyo a los pacientes crónicos de las unidades de traumatología, cirugía, cronicidad y de la Consulta de Alta Resolución del Paciente Crónico Complejo. Asimismo, participa en la Comisión de Humanización, en el Grupo de Trabajo de Segundas Víctimas, en el Grupo de Participación de Pacientes, en la Subcomisión Hospitalaria del Paciente Activo y en la Subcomisión de Cronicidad del Servicio de Urgencias. 

Joana M. Julià Mora, que forma parte del Equipo de Apoyo Hospitalario de Atención Paliativa, el cual atiende a pacientes con alguna enfermedad crónica avanzada y necesidades paliativas y a sus familias; asimismo, es secretaria del Comité de Ética y de la Asociación Española de Cuidados Paliativos (AECPAL). 

Antonia Cuerva Rodríguez, que da apoyo a la Unidad de Cronicidad, Medicina Interna y Salud Mental y participa en la Red de Salud Mental de Manacor. Asimismo, es presidenta del Comité de Salud y Género. 

Dichas enfermeras gestoras de casos trabajan para crear un entorno de confianza fomentando una comunicación clara y empática, que incluye la escucha activa, la disponibilidad para resolver dudas y la personalización de los cuidados. Además, el hecho de participar en comisiones de humanización y grupos de trabajo sobre segundas víctimas demuestra su compromiso con la mejora continua de la calidad de la atención. 

Tienen un papel esencial para garantizar que los pacientes se sientan valorados y respetados, lo cual contribuye a mejorar su experiencia asistencial y lograr mayor bienestar emocional en momentos de vulnerabilidad. La humanización no solo mejora la relación entre profesionales y pacientes, sino que también puede influir positivamente en la recuperación y en la calidad de vida de los pacientes crónicos.